18 nov 2006

Editorial

Sección.
Curiosidades halladas por Jasab.
Desde el inmenso espacio de la imaginación y las letras vivas, envío un gran saludo a todos nuestros queridos lectores, que gracias a su apoyo, en esta edición nos hallamos de manteles largos, pues cumplimos un año de vida a la luz de la literatura.
Y para festejar, queridos amigos, encontré entre las curiosidades que tengo, un articulo dividido en tres partes, el cual habla de la infancia de tres grandes de nuestra cultura: Carlos Monsivais (premiado recientemente), Elena Poniatowska y José Luis Cuevas.
Y como sabemos, la infancia es la etapa que nos ha de marcar de por vida, la que dictará nuestros gustos e inclinaciones. Y si se tiene una infancia marcada por el arte, las letras y deseos escondidos, como resultado obtendremos a personajes como ellos.
Esta es, de su propia voz, la infancia que vivieron.
Primera parte.
Carlos: la curiosa mirada detrás de la cerradura.
Amante de la lucha libre, eterno habitante de la colonia Portales, mordaz en sus criticas y afilado en sus textos, es una de las mayores figuras de la cultura mexicana.
“Evoco de mi niñez un periodo de 12 o 13 años. Recuerdo mis dos gatos, lecturas, películas mexicanas, los rostros de Joaquín Pardavé, Maria Teresa Rivas y las cintas norteamericanas... También recuerdo la radio, los programas de poesía, las crónicas de Novo y las novelas de Leroux y Christie Verne. Dos concursos muy importantes: “El centenario de Debussy” y “Salutación a las Naciones Unidas”... Mi repertorio infantil no es muy elocuente, ni apunta a las vivencias emocionantes. El salto vino de pronto, en secundaria, cuando mi maestro de historia, Jorge Fernández Anaya, me invito a una reunión con jóvenes pioneros que se llamaban Juventud Comunista de México y la idea era hacer la revolución, algo indescifrable para mi edad, pero mágico, ahí la vida se hace otra, comencé a recolectar firmas por las paz, asistí a mítines de los candidatos a la presidencia...
A distancia no sé lo que perdí en esa infancia terca y fugitiva, pero si sé lo que gane: una experiencia sin conclusiones, una infancia sin intensidades tradicionales, un deseo de ver, explorar y leer con el ánimo antiguo y la curiosa mirada del niño tras la cerradura...”
En el siguiente numero:
Elena: el duende de la creación.

Nos alcanzo la locura



La mañana tiene frío
Anoche empecé el camino.
Busco a la soledad
Para que ella no me encuentre.

Justo vive en lo injusto,
Los niños lloran
La mar los aleja.

Están rechinando mis huesos
No todo lo pueden los sueños.

La raíz ha dado frutos
La noche los fue pudriendo.
¿a donde van las lagrimas?
Que los niños rocían
Sobre su rostros ingenuos.

Una mujer cocina la cena
De los que han desaparecido
En el invierno.

El pasado esta buscando años nuevos.
No camines tras mis pasos
No caminaron, ya tus ancestros

Espere un rato a la locura
Y sentí que la cordura
Estaba mas a la mano.

Los niños están siempre hablando
Y mis brazos tan pequeños
No han cubierto a quien amamos.

Mi cara mira al cielo
Escucho una ronda
En un callejón oscuro.

Dos niños bajo una carpa
Esperan que pase la llovizna.

Cafateria

I
Una sonrisa
La canasta del pan
A un espera.
II
ncertidumbre
Una mujer lleva
La cazuela.
III
Día de muertos
Todos están alegres
Nadie festeja

Limites


Se llega al límite de la mentira, solo con la verdad.

Se llega al límite de la alegría, solo con la tristeza

Se llega al límite de la vanidad, solo con la humildad.

Se llega al límite de la vida, solo con la muerte.

Se llega al límite de la actividad, solo con el cansancio.

Se llega al límite de la capacidad, solo con incompetencia.

Se llega al límite de la abundancia, solo con la carencia

Se llega al límite de la felicidad, solo con la desdicha

Se llega al límite la confianza, solo con la duda

Se llega al límite de la libertad, solo con la anarquía

Se llega al límite de la compasión, solo con la crueldad

Se llega al limite de la lealtad, solo con la fidelidad

Se llega al limite de la razón, solo con la locura

Se llega al limite del amor, solo con el odio

Se llega al limite de la fortaleza, solo con la debilidad

Se llega al limite de la generosidad, solo con la avaricia

Se llega al limite de la gratitud, solo con el egoísmo

Se llega al límite de la ignorancia solo con la sabiduría

Se llega al límite de la imaginación, solo con la realidad

Se llega al límite de la inocencia, solo con la malicia.

SE LLEGA AL LIMITE DE LAS COSAS SOLO CUANDO DECIDES HACER LO CONTRARIO.

Alondra Meller

Esencia



Sentado frente al reflejo
de cada recuerdo que aun vive
en la memoria triste de mi piel,
noto al tomar la pluma,
la existencia de un intento necio
anidado en mi mano
por escribir un poema
que guarde en cada letra
esa sustancia extraña
que no se bebe,
que no se siente,
que no se respira;
eso que sólo tus manos tienen,
eso que sólo tus ojos reflejan,
eso que sólo tu paso deja:
la esencia anidada en tu cuerpo.


ERNESTO JASAB.

Dia de Muertos

¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
Nada es para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
Aunque sea de oro se rompe,
Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:Sólo un poco aquí.
Nezahualcoyotl(Rey Poeta)
El día de muertos, en México es una tradición que nos llena de orgullo. Desde la entrada de las casas se puede ver un caminó de flores de cempasúchil. El cual conduce a las ánimas hasta un altar iluminado por ceras, que alumbraran su estancia durante estos días y hasta su retorno el próximo año.Es una gran fiesta ver las ofrendas que se ponen en todas la familias, con todo aquello que al difunto le gusto en vida. Pero nunca podrán faltar las tradicionales calaveritas de poéticas que tanto fandango traen a esta fiesta.
¡Ay, triste calaverón!
ya no volará tu fama
porque te van a enterrar
el lunes por la mañana.
La fiesta que celebramos los días 1 y 2 de Noviembre tiene orígenes prehispánicos. En todas las culturas del México antiguo (Mayas, Olmecas, Mexicas, etc.) la muerte ocupaba un lugar muy importante. Los antiguos mexicanos, igual que en las culturas europeas y orientales, pensaban que el Espíritu de los hombres era inmortal, esto es, que existía un lugar a donde iban a parar las almas de los muertos. Los Nahuas o Mexicas llamaron Mictlán a ese lugar. A pesar de la similitud con la creencia cristiana, existen diferencias importantes. Una de ellas es que al Mictlán van todos los muertos sin importar como se portaron en este mundo (es decir, no existía el concepto de "buenos" y "malos", por lo tanto no se trataba de premios y castigos). Sin embargo, no todos los muertos eran iguales. Muchos de ellos se convertían en dioses, según hubiera sido su muerte. Los guerreros muertos en combate, se convertían en aves de plumaje muy colorido, que tenían la misión de acompañar al sol en su recorrido diario, especialmente al amanecer y en el atardecer.
La ofrenda

  • Pan de muerto. Otros platillos especiales del Día de los Muertos incluyen al "pan de muerto", un panecillo dulce hecho con base de huevo que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos.

  • Rimas. Otra importante forma que toma esta celebración son las famosas litografías, también llamadas "calaveritas", que constan de versos donde la muerte (personificada) bromea con personajes de la vida real, haciendo alusión sobre alguna característica peculiar de la persona en cuestión, y finalizando con frases donde se expone que se lo llevará a la tumba.

  • Flores. Durante el período del 1 al 2 de noviembre las familias normalmente limpian y decoran las tumbas con coloridas coronas de flores de rosas, girasoles, entre otras, pero principalmente de Cempaxóchitl, las cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos. Muchos de los panteones son visitados.

  • El altar y las visitas. Se cree que las almas de niños regresan el día primero de noviembre, y las almas de los adultos regresan el día 2 de noviembre. En el caso de que no se pueda visitar la tumba, ya sea por que ya no existe la tumba del difunto, o porque la familia está muy lejos para ir a visitarla, también se elaboran detallados altares en las casas, donde se ponen las ofrendas, que pueden ser platillos de comida, el pan de muertos, vasos de agua, mezcal, tequila, pulque o atole, e incluso juguetes para las almas de los niños. Todo esto se coloca junto a retratos de los difuntos rodeados de veladoras.

8 nov 2006

La muerte en la época de Sor Juana




Un bello espectáculo para las personas que transitan por el centro de la ciudad, es el que ofrece la Universidad del Claustro de Sor Juana, con motivo del día de muertos. Haciendo un homenaje a Sor Juana, la décima musa. Y como vivían la muerte sus contemporáneos, nos ofrecen una muestra abierta al público de la muerte.

Los pergaminos que cuelgan de cada una de las paredes de la Iglesia de San Francisco, narran la vida de Sor Juana y de la llegada de sacerdotes franciscanos a este continente para la evangelización.

Se puede observar un ambiente agradable y solemne al admirar la muerte y los altares que nos ofrecen, las personas que por ahí pasan se detiene y observan con atención eso hábitos de tamaño normal, que quizá en vida llevaron los representantes de la iglesia católica.
Los invitamos a disfrutar de las bellezas que nos ofrece esta ciudad.


Lugar: Atrio de la Iglesia de San Francisco
Av. Francisco I. Madero #7, Col. Centro,
Delegación Cuauhtémoc
Horario: Lun. a Dom., 8:00 a 21:00 Hrs.
Entrada Libre

31 oct 2006

Mencion de Instinto

Es un gusto para nosotros mostrar escritos de tanta calidad como el cuento de:

-Instinto-
Tercer lugar
en Interpolitecnico de Cuento
Con el cual Yara Kazan obtuvo el tercer lugar en el Instituto Politécnico Nacional. Por lo cual le deseamos muchos más logros; y la invitamos a que nos enriquezca mas con el final de este cuento.
La Editorial

18 oct 2006

Instinto II


Nunca se podía estar tranquilo en casa de mamá Lupita, era a lo largo del día un escándalo interminable: si no era el canario, era el loro o los periquillos peleándose siempre. No había hora de descanso y mucho menos si Rita paseaba frente a ellos.
Mientras desayuno, comparto mis recuerdos con las paredes del cuarto, quien me escucha ahora no le importa lo que siento. Me duele la quijada cuando mastico, pero eso no detiene las remembranzas y aún sentada aquí en la cama de un hospital, no me arrepiento de lo que he hecho, y de ser posible lo seguiría haciendo; sobre todo saldría al jardín de atrás para dispararles a esos repulsivos pájaros que se posan en los árboles y arbustos. No hay ventanas en mi cuarto, me encuentro incomunicada con la naturaleza, no veo el amanecer ni el atardecer, pero cada vez que paseo por el frente del jardín miro de lejos los gorriones y palomas, agitando sus alas, peleando por una migaja de pan. Lo percibo, me observan también; me odian, me tiene miedo, puedo sentir como sus plumillas tiemblan. Sus ojos se pierden buscando una salida. Puedo oler su miedo. Corren, vuelan torpemente, pero nunca será suficiente para que escapen de mi ira. Sólo recordar sus sucias patas, su pequeño cuerpo que es más frágil cuando los tienes en las manos, me da asco.
Mientras desayuno, comparto mis recuerdos con las paredes del cuarto, quien me escucha ahora no le importa lo que siento. Me duele la quijada cuando mastico, pero eso no detiene las remembranzas y aún sentada aquí en la cama de un hospital, no me arrepiento de lo que he hecho, y de ser posible lo seguiría haciendo; sobre todo saldría al jardín de atrás para dispararles a esos repulsivos pájaros que se posan en los árboles y arbustos. No hay ventanas en mi cuarto, me encuentro incomunicada con la naturaleza, no veo el amanecer ni el atardecer, pero cada vez que paseo por el frente del jardín miro de lejos los gorriones y palomas, agitando sus alas, peleando por una migaja de pan. Lo percibo, me observan también; me odian, me tiene miedo, puedo sentir como sus plumillas tiemblan. Sus ojos se pierden buscando una salida. Puedo oler su miedo. Corren, vuelan torpemente, pero nunca será suficiente para que escapen de mi ira. Sólo recordar sus sucias patas, su pequeño cuerpo que es más frágil cuando los tienes en las manos, me da asco.

Yara Kazan

31 ago 2006

Sumario



  • ¿Que es Nereidas?
  • Manifiesto por la armonia nacional
  • Un escrito para Borges
  • Amedia Noche
  • Muejer Blanca
  • Dos minutos
  • El derecho de amarte
  • Dios
  • Instinto (cuento)

Que es Nereidas


Nereidas vuela de un lugar a otro sin que la pesadumbre, el tiempo o la miseria la detenga. Es sus alas lleva la escritura del que se rebela a callar. Del que escribe en sueños. Del que se atreve a levantar el vuelo.

Todos lo que aquí escribimos, lo hacemos con el cariño de complacer al lector. De cambiar su rutina, y aportar un poco mas a un espacio tan olvidado.
“La cultura Mexicana”
Nereidas es:
Una mini revista que se trasmite de forma virtual, con información sobre el mundo de la literatura. Y que va creciendo con las aportaciones que los lectores nos envían. Cada escrito que aquí se publica, contiene una fuerte carga emocional de un sin numero de lectores. La cual es transmitida desde la comodidad de la Web.

Entre todas las cosas que se encuentran por ahí… deambulando, en un inmenso espacio, que se mueve entre filosofías y tratados, que predican el libre comercio o el comercio eterno, que es bombardeado día a día con millones de imágenes con un sin numero de tecnologías, software que descargan produciendo la piratería, pero que revindican al estudiante.
Impregnada de toques de espera. De pasos meditados, de sueños en la almohada, ha empezado el levitar en una época vertiginosa con tintes de locura y de un vino que a un podemos saborear.
Encontrar un solo enfoque es demasiado intolerable, es un encarcelamiento para el escritor y la cultura; por lo cual dejamos las hojas sueltas y la pluma a tu disposición, para que escribas lo que estés resuelto a leer…

Manifiesto por la armonía nacional.

Editorial

“Entre los individuos como entre las naciones,
el respeto al derecho ajeno es la paz.”
Licenciado Benito Juárez García.
Amables lectores:

Siento mucho, en este momento, desilusionarlos con el articulo que incluyo para este numero, pero debido a la turbulencia envolvente de estos días, derivada de las pugnas de poder y la falta de credibilidad en las instituciones que nos rigen, el grupo que integra la revista virtual Nereidas y más en especial su servidor, pedimos de manera unánime a las autoridades y al pueblo mexicano, la resolución del conflicto electoral surgido a raíz de la votación presidencial del pasado 2 de Julio de 2006, a través del verdadero dialogo político.

No deseo, de manera particular, se nos coloque en un punto u otro de los bandos que desgraciadamente han surgido en los últimos días. Nuestro llamado es para reestablecer la confianza entre nosotros mismo y así llegar a un acuerdo legitimo entre partes. Es inadmisible contemplar a un país destacado en la esfera internacional por su participación ciudadana y la solidaridad que demuestra cuando se halla en desgracia.

Desde la perspectiva que dominamos, podemos notar el descontento que embarga a la población y la desesperanza de un posible fraude fraguado por las altas esferas de poder gobernantes de la nación, pero también alcanzamos a observar la esperanza de muchos mexicanos concientes del papel que jugaron el día 2 de Julio y que seguirán desempeñando a partir de esa fecha, pues conocen que está en sus manos el poder dirigir el destino de una nación que se caracteriza por la riqueza de historia que ha forjado.

En este momento crucial, en este instante que nos sumerge hacia un futuro que aun parece incierto, debemos tomar muy en cuenta la actitud tomada de las instituciones y hacer un examen profundo de lo que se esta haciendo mal, para así lograr obtener un consenso mutuo que permita el retorno de la armonía social y sirva de base para el nacimiento de nuevos acuerdos en pro del bienestar nacional.

¡Basta de mantener como rehén al país por uno y otro grupo!, ¡Basta de pensar en el beneficio particular!, ¡Basta de guardar silencio por parte de los ciudadanos que se dejan llevar por la masa! ¡Este es el momento nacional que tanto se ha esperado para hacer llegar el verdadero cambio que hemos aguardado desde que nacimos como nación independiente! A uno y otro grupo que ha divido el país, -proletarios y burgueses, ricos y pobres, liberales y conservadores- les llamamos a la conjunción de un espacio común y hallar en el, por medio del verdadero dialogo, la gobernabilidad que el país necesita y no caer en los errores que en vida – y desgraciadamente – hoy nos otorga Medio Oriente en la cruenta guerra desatada entre semejantes; que ese espejo no se refleje en nosotros.

Voto por voto y respeto total a la ley.


Un escrito para Borges

Para todos los lectores de Nereidas, les envío un afectuoso saludo y deseo en verdad que estos días tan difíciles (con platones, temblores y lluvias) los logremos sobrevivir.
Hallé entre mis curiosidades, un ejemplar de la revista “Día Siete”, dónde se incluye un ensayo en la sección “hasta atrás”, sobre la coincidencia del Maestro Jorge Luis Borges y nuestro bien ponderado Presidente Vicente Fox Quezada. Hemos de recordar un capitulo de nuestra vida nacional (sin decir mas bien de los traspiés lingüísticos de nuestro mandatario), que para desgracias de las letras universales, sin deberla ni temerla, se le cambio el nombre a este gran personaje por “José Luis Borgues”. Para muchos, este hecho fue inadmisible para un hombre que se encarga de la administración de un país como lo es México.
Pero la historia ya ha exculpado a nuestro Jefe de Estado, pues el mismo Borges ya había predicho en un acto similar, que su nombre no debía ser así. Para comprobación del lector, dejo el articulo a consideración y nos vemos en el próximo número.
“José Luis Borgues y Vicente Víctor Fox.”
Por Luis Miguel Aguilar.*
Regreso a uno de los mayores dislates foxisticos, haber llamado José Luis Borgues a Jorge Luis Borges, para decir que fue en realidad y por razones inescrutables una manera de satisfacer al mismo Borges. En “Siete conversaciones con Jorge Luis Borges” de Fernando Torrentino (1996) dice Borgues: “Una vez me encontré con un boxeador, creo que se llamaba Selpa. Me reveló su existencia y me abrazo. Yo me sentía ligeramente incómodo, pero al mismo tiempo agradecido, ¿no? Selpa, en vez de llamarme Jorge Luis Borges, me llamó José Luis Borges, y yo me di cuenta que no era una equivocación sino una corrección. Porque Jorge Luis Borges es muy duro; en cambio, José Luis Borges suena mucho más atenuado. ¿por qué repetir un sonido tan feo como orge? Creo que no urge repetir el orge, ¿no? Creo que, a la larga, yo voy a figurar en la historia de la literatura como José Luis Borges”. O como Jorge Luis Borgues, que de igual manera evita el doble orge.
No fue la primera vez en que Borges se refirió al asunto. Inspirado quizá en el hecho de que la edición 1952 del diccionario Larousse lo llamó efectivamente José Luis, lo hizo “jefe” de la escuela ultraísta y señalo de modo erróneo que había nacido en 1900, Borges dictó una autoficha biográfica (que no ficha autobiográfica) para el portal de la primera edición de sus obras completas en 1974. la atribuyo a una “Enciclopedia Sudamericana (editorial emecé) “ publicada en un futuro Santiago de Chile en el 2074. en la entrada puso: “Borges, José Francisco Isidoro Luis”. Luego puso bien el año de su nacimiento, 1899, y dio como ignorada la fecha de su muerte “ya que lo periódicos, género literario de la época, desaparecieron durante los magnos conflictos que los historiadores ahora compendian”.
A Borges le encantaba este juego de la burla-vera. En vera creó a Pierre Menard, autor del El Quijote; en burla creó junto con Adolfo Bioy Casares a César Paladión, amo del plagio y hospitalario espíritu de obras de otros, autor por ejemplo del Egmont de Goethe y de La cabaña del Tío Tom de H. B. Stowe. Paladión aparece en la primera de las Crónicas de H. Bustos Domec, libro que tiene dos epígrafes. El primero de Goldsmith: “Todo absurdo tiene un campeón”. El segundo es de Father Keegan, un personaje de Bernard Shaw: “todo sueño es una profecía; toda burla se vuelve una vera en el útero del tiempo”. Pienso que el modo risueño en que Borges la habría agradecido el cambio de nombre a Vicente Fox diría en una Enciclopedia Mexicana del 2074, en un campeonato del absurdo y con útero del tiempo confundido por la desaparición de los periódicos durante “magnos conflictos”, la entrada respectiva seria: ”Vicente Víctor Fox. No se sabe si regente o gerente de Mexicola. Guionista de una historieta y una radionovela llamadas Kaliman. El hombre increíble”.
* Luis Miguel Aguilar. Chetumal, Quintana Roo, 1956. Poeta, narrador, ensayista y traductor. Autor de Todo lo que sé, entre otros libros.

A media noche




Somos almas pasajeras
que viene y van solo una vez...
para que remitirse a mojigaterías
si ya has entregado lo mas puro
el alma...
A media noche
Cuando todos duermen
Y yo sigo en el trajín
Las voces que bajo la almohada
se esconden prosiguen.

Meditan entre ellas
Y empiezan a decir:
¡A noche debiste hacerlo!
¡A noche pudiste hacerlo!

Pero mamá decía
“que en sus tiempos”
Va...en sus tiempos y en los míos
El mundo es lo mismo.

Amamos lo que nos hace daño
Morimos para sentirnos vivos.
Tú me llamas por las noches
para dormir entre mis brazos.

Yo te busco en los días
Que olvido tu nombre
Que confundo tu sonrisa.

Extravíe mis pasos bajo un juramento
y ahora comienzo un camino nuevo
En una medalla envuelta en almendros
Uní el dolor, a amores nuevos.
Estoy caminado en brazos etéreos
Quien no ha conocido el mar desde adentro.


Murmuramos todos: “No debes hacerlo”
Pero gritar puedes ¡vive! aún no has muerto.

Helena Morin

Mujer Blanca



Mujer blanca
que finges ayudar
salvando a los hombres
de su soledad.

Los invitas a volar
a conquistar el paraíso
pero los confundes en su infierno

Los atrapas con tu olor
con tu figura sin igual
les ofreces la gloria
con palabras oscuras.

Vas por el mundo
pisando y atrapando
pudriendo todo a tu alrededor
sin que nadie te detenga.

Los vas hechizado
y aunque cambies tus formas
eres la misma basura.

Mujer blanca que te gusta bailar
por los callejones paseas
en la boca de todos estas
y la violencia provocas.

Maldigo la hora en que naciste.

Mujer blanca
que todos quieren
todos tienen
por quien todos mueren.

Micaela Sarmiento
Dos minutos

Ha que tiempo tan mas relativo.
Una hora que esperar.
Dos minutos.
Para el si.
Dos minutos para charlar.

Solo necesite dos minutos para amarte

El derecho de amarte

Tengo el derecho de amarte
Por que mi corazón no es tuyo
Ni de nadie
Tengo el derecho de amarte
Por que mis sentimientos no están encarcelados
Y fluyen insaciables dentro de mi interior
Tengo el derecho de amarte
Por que tú no eres dueño de mí
Y yo tampoco soy dueña de ti
Tengo el derecho de amarte
Por que el amor no tiene limites
No tiene carne, no tiene celos
Tengo el derecho de amarte
Por que no tengo tus pensamientos
Y sin embargo tu si tienes los míos
Tengo el derecho de amarte

Alondra Meller



Dios...

Dios no es hombre, ni tampoco es mujer, Dios es la unión de lo femenino y lo masculino.

Dios no es bueno, ni tampoco es malo, solo es justo, es la escenificación de la justicia.

Dios no existe, tal vez para el que no cree, Dios existe tal vez para el que tiene fe.

Dios no ama, ni odia, no premia ni castiga tampoco quita ni da, solo entrega.
De si mismo lo que no puede entregar.

Dios no es simple, pero tampoco complejo, tal vez es la causa de un efecto.

Dios no tiene nombre solo se nombra de si mismo.

Dios no esta en el cielo, ni en el infierno; ni en un reino mas lejano al nuestro.

Dios no cura, ni enferma, no da vida, ni la quita solo sigue un patrón.

Dios no es humano ni tampoco extraterrestre, es esencia de lo que puede creerse.

Cree y no creas en Dios.

Dios no es mentira, pero tampoco es verdad.


Alondra Meller

Instinto

I

Cuento

Despierto; la comezón en el cuerpo es más intensa que en la madrugada; miro el reloj: “las diez de la mañana”, pero que importa la hora; hecho un vistazo a mis piernas; como lo pensé: “de nuevo urticaria “, me levanto tambaleante, el efecto de la droga aun no termina; me siento cansada pero ¿de qué?, hace tiempo que ya no hago ejercicio alguno. Me dirijo al baño, tropiezo. Con gran esfuerzo alcanzo a llegar al espejo, observo mi cara llena de puntos rojos; como siempre, una intoxicación por la cena (ya es costumbre). Alacio con las manos mi descuidado cabello, hace cinco años que no voy a la estética, hace cinco años que no me pongo un bonito vestido o un ajustado pantalón de mezclilla; aquí no tengo mis zapatillas ni mi maquillaje, pero ¿para qué quiero mi bonito vestido y mi cabello arreglado? Ya no visito a la abuela, la abuela que hace siete años murió. Extiendo mi brazo, aun sigue inflamado; hay un moretón donde fue la inyección, esta vez fueron violentos al poner el tranquilizante. No soy agresiva, pero mi arranque de locura fue provocado por la comida. ¿A quién se le ocurre poner pollo en mi comida? Asqueroso pollo, sólo a un estúpido que desconozca las causas de mi internado en esta maldita jaula. Ya he cumplido 5 años aquí; tras la muerte de la abuela, hubo una serie de sucesos de los cuales no quiero tener memoria. Vuelvo a mi incomoda cama, adolorida; la cabeza me da vueltas y de forma vertiginosa tengo la necesidad de vomitar; cada vez la droga que me suministran me hace mas daño que esta enfermedad. ¿Hace cuanto tiempo nació en mí esta búsqueda de venganza? Tal vez fue el impulso de un instinto natural cuando tenía 19 años. Quisiera recordar como empezó todo, pero la maldita comezón que recorre mi cuerpo, desde el cuello hasta las piernas, no me deja pensar, mucho menos este vértigo que siento. Vuelvo a acostarme, acaricio mi cabello con ternura, casi como lo hacia la abuela; siento mis piernas acalambradas y trato de darles alivio, poniéndoles en una posición más cómoda. Comienzo a pensar, más bien a recordar, poco a poco las imágenes genéricas de esta obsesión. La figura principal de los recuerdos es mi gata negra: “Rita”, un pequeño felino. Ágil, consentida, salvaje pero fiel a su dueña; me la obsequiaron cuando cumplí 10 años; la llevó papá porque sabia que amo las panteras. Se crió conmigo y juntas aprendimos muchas cosas de la vida; a correr por el patio de la casa y conocimos también las reglas del hogar: “Jamás tocar las aves de mamá Lupita, la abuela”. Algo interrumpe mis pensamientos; tocan a la puerta, seguramente es la enfermera que trae el desayuno: la patética ración de alimento siempre “recomendada por el nutriólogo”. ¡Qué saben ellos de una dieta para un felino! Se abre la puerta y efectivamente aparece el carrito de la comida y la enfermera de siempre. -¿Cómo amaneciste el día de hoy? ¿alguna incomodidad? -Si, estoy intoxicada de nuevo– le explico y muestro mi cara y brazos. Entonces me revisa minuciosamente todo el cuerpo y con tono médico me dice: -Es normal, la combinación de la cena y el tranquilizante de anoche, provoca a tu organismo este tipo de reacciones, pero no es de cuidado, para medio día ya habrá pasado; por ahora desayuna, date un baño y prepárate para la sesión de las doce con el Doctor Briseño. -Gracias por todo, ya se puede retirar. Sale, y tras de sí cierra la puerta. De nuevo tranquilidad en mi cuarto, me siento en la orilla de la cama para disponerme a desayunar, mastico casi instintivamente la comida, de la misma forma degluto y digiero; me sigue el dolor de cabeza, cada vez es más intenso y creo que nuevamente tendré un episodio de migraña. Comienzo de nuevo a recordar, vienen a mi mente más imágenes, prácticamente fotografías: la casa de la abuela, las paredes que rodeaban el patio llenas de jaulas años, en ellas toda clase de aves; gran variedad existía es esa casa: desde canarios, palomas, ruiseñores, cardenales, periquillos australianos y hasta guacamayas, pero una de ellas destacaba entre todas, el loro más grande y consentido: “Pollito” como lo llamaba mi hermana menor que aún no sabia distinguir cada tipo de pájaro, para ella todos eran pollos. Pues precisamente “Pollito” fue la causa de mi perdición, o tal vez debería agradecerle, porque halle gracias a su muerte la razón de mi vida: “este instinto felino, nato, que llevo en la sangre”
continuara....

Yara Kazan