18 nov 2006

Editorial

Sección.
Curiosidades halladas por Jasab.
Desde el inmenso espacio de la imaginación y las letras vivas, envío un gran saludo a todos nuestros queridos lectores, que gracias a su apoyo, en esta edición nos hallamos de manteles largos, pues cumplimos un año de vida a la luz de la literatura.
Y para festejar, queridos amigos, encontré entre las curiosidades que tengo, un articulo dividido en tres partes, el cual habla de la infancia de tres grandes de nuestra cultura: Carlos Monsivais (premiado recientemente), Elena Poniatowska y José Luis Cuevas.
Y como sabemos, la infancia es la etapa que nos ha de marcar de por vida, la que dictará nuestros gustos e inclinaciones. Y si se tiene una infancia marcada por el arte, las letras y deseos escondidos, como resultado obtendremos a personajes como ellos.
Esta es, de su propia voz, la infancia que vivieron.
Primera parte.
Carlos: la curiosa mirada detrás de la cerradura.
Amante de la lucha libre, eterno habitante de la colonia Portales, mordaz en sus criticas y afilado en sus textos, es una de las mayores figuras de la cultura mexicana.
“Evoco de mi niñez un periodo de 12 o 13 años. Recuerdo mis dos gatos, lecturas, películas mexicanas, los rostros de Joaquín Pardavé, Maria Teresa Rivas y las cintas norteamericanas... También recuerdo la radio, los programas de poesía, las crónicas de Novo y las novelas de Leroux y Christie Verne. Dos concursos muy importantes: “El centenario de Debussy” y “Salutación a las Naciones Unidas”... Mi repertorio infantil no es muy elocuente, ni apunta a las vivencias emocionantes. El salto vino de pronto, en secundaria, cuando mi maestro de historia, Jorge Fernández Anaya, me invito a una reunión con jóvenes pioneros que se llamaban Juventud Comunista de México y la idea era hacer la revolución, algo indescifrable para mi edad, pero mágico, ahí la vida se hace otra, comencé a recolectar firmas por las paz, asistí a mítines de los candidatos a la presidencia...
A distancia no sé lo que perdí en esa infancia terca y fugitiva, pero si sé lo que gane: una experiencia sin conclusiones, una infancia sin intensidades tradicionales, un deseo de ver, explorar y leer con el ánimo antiguo y la curiosa mirada del niño tras la cerradura...”
En el siguiente numero:
Elena: el duende de la creación.

Nos alcanzo la locura



La mañana tiene frío
Anoche empecé el camino.
Busco a la soledad
Para que ella no me encuentre.

Justo vive en lo injusto,
Los niños lloran
La mar los aleja.

Están rechinando mis huesos
No todo lo pueden los sueños.

La raíz ha dado frutos
La noche los fue pudriendo.
¿a donde van las lagrimas?
Que los niños rocían
Sobre su rostros ingenuos.

Una mujer cocina la cena
De los que han desaparecido
En el invierno.

El pasado esta buscando años nuevos.
No camines tras mis pasos
No caminaron, ya tus ancestros

Espere un rato a la locura
Y sentí que la cordura
Estaba mas a la mano.

Los niños están siempre hablando
Y mis brazos tan pequeños
No han cubierto a quien amamos.

Mi cara mira al cielo
Escucho una ronda
En un callejón oscuro.

Dos niños bajo una carpa
Esperan que pase la llovizna.

Cafateria

I
Una sonrisa
La canasta del pan
A un espera.
II
ncertidumbre
Una mujer lleva
La cazuela.
III
Día de muertos
Todos están alegres
Nadie festeja

Limites


Se llega al límite de la mentira, solo con la verdad.

Se llega al límite de la alegría, solo con la tristeza

Se llega al límite de la vanidad, solo con la humildad.

Se llega al límite de la vida, solo con la muerte.

Se llega al límite de la actividad, solo con el cansancio.

Se llega al límite de la capacidad, solo con incompetencia.

Se llega al límite de la abundancia, solo con la carencia

Se llega al límite de la felicidad, solo con la desdicha

Se llega al límite la confianza, solo con la duda

Se llega al límite de la libertad, solo con la anarquía

Se llega al límite de la compasión, solo con la crueldad

Se llega al limite de la lealtad, solo con la fidelidad

Se llega al limite de la razón, solo con la locura

Se llega al limite del amor, solo con el odio

Se llega al limite de la fortaleza, solo con la debilidad

Se llega al limite de la generosidad, solo con la avaricia

Se llega al limite de la gratitud, solo con el egoísmo

Se llega al límite de la ignorancia solo con la sabiduría

Se llega al límite de la imaginación, solo con la realidad

Se llega al límite de la inocencia, solo con la malicia.

SE LLEGA AL LIMITE DE LAS COSAS SOLO CUANDO DECIDES HACER LO CONTRARIO.

Alondra Meller

Esencia



Sentado frente al reflejo
de cada recuerdo que aun vive
en la memoria triste de mi piel,
noto al tomar la pluma,
la existencia de un intento necio
anidado en mi mano
por escribir un poema
que guarde en cada letra
esa sustancia extraña
que no se bebe,
que no se siente,
que no se respira;
eso que sólo tus manos tienen,
eso que sólo tus ojos reflejan,
eso que sólo tu paso deja:
la esencia anidada en tu cuerpo.


ERNESTO JASAB.

Dia de Muertos

¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
Nada es para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
Aunque sea de oro se rompe,
Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:Sólo un poco aquí.
Nezahualcoyotl(Rey Poeta)
El día de muertos, en México es una tradición que nos llena de orgullo. Desde la entrada de las casas se puede ver un caminó de flores de cempasúchil. El cual conduce a las ánimas hasta un altar iluminado por ceras, que alumbraran su estancia durante estos días y hasta su retorno el próximo año.Es una gran fiesta ver las ofrendas que se ponen en todas la familias, con todo aquello que al difunto le gusto en vida. Pero nunca podrán faltar las tradicionales calaveritas de poéticas que tanto fandango traen a esta fiesta.
¡Ay, triste calaverón!
ya no volará tu fama
porque te van a enterrar
el lunes por la mañana.
La fiesta que celebramos los días 1 y 2 de Noviembre tiene orígenes prehispánicos. En todas las culturas del México antiguo (Mayas, Olmecas, Mexicas, etc.) la muerte ocupaba un lugar muy importante. Los antiguos mexicanos, igual que en las culturas europeas y orientales, pensaban que el Espíritu de los hombres era inmortal, esto es, que existía un lugar a donde iban a parar las almas de los muertos. Los Nahuas o Mexicas llamaron Mictlán a ese lugar. A pesar de la similitud con la creencia cristiana, existen diferencias importantes. Una de ellas es que al Mictlán van todos los muertos sin importar como se portaron en este mundo (es decir, no existía el concepto de "buenos" y "malos", por lo tanto no se trataba de premios y castigos). Sin embargo, no todos los muertos eran iguales. Muchos de ellos se convertían en dioses, según hubiera sido su muerte. Los guerreros muertos en combate, se convertían en aves de plumaje muy colorido, que tenían la misión de acompañar al sol en su recorrido diario, especialmente al amanecer y en el atardecer.
La ofrenda

  • Pan de muerto. Otros platillos especiales del Día de los Muertos incluyen al "pan de muerto", un panecillo dulce hecho con base de huevo que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos.

  • Rimas. Otra importante forma que toma esta celebración son las famosas litografías, también llamadas "calaveritas", que constan de versos donde la muerte (personificada) bromea con personajes de la vida real, haciendo alusión sobre alguna característica peculiar de la persona en cuestión, y finalizando con frases donde se expone que se lo llevará a la tumba.

  • Flores. Durante el período del 1 al 2 de noviembre las familias normalmente limpian y decoran las tumbas con coloridas coronas de flores de rosas, girasoles, entre otras, pero principalmente de Cempaxóchitl, las cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos. Muchos de los panteones son visitados.

  • El altar y las visitas. Se cree que las almas de niños regresan el día primero de noviembre, y las almas de los adultos regresan el día 2 de noviembre. En el caso de que no se pueda visitar la tumba, ya sea por que ya no existe la tumba del difunto, o porque la familia está muy lejos para ir a visitarla, también se elaboran detallados altares en las casas, donde se ponen las ofrendas, que pueden ser platillos de comida, el pan de muertos, vasos de agua, mezcal, tequila, pulque o atole, e incluso juguetes para las almas de los niños. Todo esto se coloca junto a retratos de los difuntos rodeados de veladoras.

8 nov 2006

La muerte en la época de Sor Juana




Un bello espectáculo para las personas que transitan por el centro de la ciudad, es el que ofrece la Universidad del Claustro de Sor Juana, con motivo del día de muertos. Haciendo un homenaje a Sor Juana, la décima musa. Y como vivían la muerte sus contemporáneos, nos ofrecen una muestra abierta al público de la muerte.

Los pergaminos que cuelgan de cada una de las paredes de la Iglesia de San Francisco, narran la vida de Sor Juana y de la llegada de sacerdotes franciscanos a este continente para la evangelización.

Se puede observar un ambiente agradable y solemne al admirar la muerte y los altares que nos ofrecen, las personas que por ahí pasan se detiene y observan con atención eso hábitos de tamaño normal, que quizá en vida llevaron los representantes de la iglesia católica.
Los invitamos a disfrutar de las bellezas que nos ofrece esta ciudad.


Lugar: Atrio de la Iglesia de San Francisco
Av. Francisco I. Madero #7, Col. Centro,
Delegación Cuauhtémoc
Horario: Lun. a Dom., 8:00 a 21:00 Hrs.
Entrada Libre