Nereidas
Revista Cultural
17 sep 2012
30 mar 2008
Los betas del PRD
Alguna vez (recuerdo que así fue) me di a la tarea de visitar un acuario. Siempre me han fascinado esos sitios. Esa fascinación se debe en gran medida a que se parece a un pequeño zoológico marino. Uno puede hallar, en dichos locales, gran variedad de peces: desde dorados, gupy’s (creo que se escribe así), hasta especimenes de lo más exótico como los ajolotes o pirañas. Hubo una en especial que llamo mi atención. Éste tipo de pez vive separado de los demás; es sumamente intolerante a la compañía y más aún si es de la misma especie. Si los han visto alguna vez, este “pececito” es agradable hasta cierto punto, debido a que sus colores llamativos y el aspecto tropical le dan ese toque. ¿Ya lo identificaron? Se trata del beta.
¿En que puede parecerse un beta y las tribus del PRD? Antes que otra cosa –porque ya imagino el rostro de sorpresa que han hecho- con esta redacción sólo deseo recrear la pluma y realizar unas cuantas reflexiones.
A partir del domingo 16 de marzo de este año (fecha de las elecciones internas del PRD), comenzó el pleito de pleitos entre los militantes. La incertidumbre generada a raíz de los comicios internos y la falta de entrega rápida y veraz de resultados, ha logrado mutar a sus dirigentes en pequeños betas intolerantes. Y ya desde antes varios personajes de esta asociación política se habían transformado no sólo en simples betas: su mutación llegó a grados tales, que desarrollaron colmillos de pirañas con la misión de acabar con el adversario.
Un pequeño recuento:
Las declaraciones entre Ruth Zabaleta y el “peje(lagarto)”; los agarrones verbales entre Ortega y Encinas; el abucheo recibido por los líderes de bancada del Congreso de la Unión en el mitin en defensa del petróleo; y un largo etcétera que es mejor no nombrar.
Jorge Zepeda Paterson, columnista del periódico El Universal, en su redacción fechada el día 17 de marzo de 2008, comenta lo siguiente:
“La izquierda radical no ve problema en echarse en brazos de Porfirio Muños Ledo, Marcelo Ebrad, Manuel Camacho, Dante Delgado y otros ex priístas con los cuales debatieron durante décadas. Pero encuentra natural linchar a Amalia Gracia, a los chuchos, a Cuauhtémoc, fundadores todos ellos de los partidos de izquierda, por el crimen imperdonable de no coincidir con el jefe actual”.
A pesar de ser peces del mismo género, los perredistas están cayendo en una guerra firmada por la intolerancia. ¿Cómo es posible que en esta época, donde la democracia es pregón constante de los políticos de carrera, actos de intolerancia ideológica se lleven a cabo? Aquí es donde hace acto de aparición el beta. Como en la misma pecera no pueden vivir, recurren a aniquilar al otro, hasta que sólo quede el verdadero dueño del espacio que maneja. Lo triste y preocupante de esto, es el saber que los que pagan los platos rotos son los militantes de la base, ya que a causa de los enfrentamientos entre lideres, la fragmentación es mayor y el encono se agranda.
No así sucede dentro del PAN o el PRI (para mala suerte de muchos), debido a que a pesar de presentar diferendos, la ropa sucia la lavan en casa, y, como buena manada, se protegen de los demás predadores. Los perredista, entre ellos mismos, se están haciendo garras las vestiduras y están perdiendo la valiosa oportunidad de consolidar una institución política veraz y fuerte.
El fundador de esta asociación, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en una carta dirigida a los miembros del partido, pone de manifiesto que “el partido en sus condiciones está incapacitado para cumplir con el compromiso que tiene con el pueblo y la nación”.
Se observa claramente que la postura del otro líder moral (¿ahora, quién es?), no es a favor de uno u otro dirigente de corriente, sino que va por el rescate de las bases que le dieron razón de ser en aquel lejano (y a veces tan cercano) 1988.
Él mismo lo dice: “Es tiempo de recuperar el camino”.
¿Pero qué es lo que contesta el actual dirigente, Leonel Cota?: “El ingeniero es sólo un militante más”.
¿A dónde irá a parar esta lucha intestina entre betas del PRD? Como lo mencioné antes, al perredismo nacional se le está escapando de las manos la consolidación firme ante los electores en potencia ya ni siquiera de 2012, ¡del año que entra! En poco menos de un año, el Congreso estará renovando curules y escaños, y su estancia en dichos sitios dependerá del desenlace que otorgue el beta más fuerte, sino es que ya está condicionada desde ahora a causa de la impresión que han dejado sobre la sociedad.
Alejandro Arzate Galván
¿En que puede parecerse un beta y las tribus del PRD? Antes que otra cosa –porque ya imagino el rostro de sorpresa que han hecho- con esta redacción sólo deseo recrear la pluma y realizar unas cuantas reflexiones.
A partir del domingo 16 de marzo de este año (fecha de las elecciones internas del PRD), comenzó el pleito de pleitos entre los militantes. La incertidumbre generada a raíz de los comicios internos y la falta de entrega rápida y veraz de resultados, ha logrado mutar a sus dirigentes en pequeños betas intolerantes. Y ya desde antes varios personajes de esta asociación política se habían transformado no sólo en simples betas: su mutación llegó a grados tales, que desarrollaron colmillos de pirañas con la misión de acabar con el adversario.
Un pequeño recuento:
Las declaraciones entre Ruth Zabaleta y el “peje(lagarto)”; los agarrones verbales entre Ortega y Encinas; el abucheo recibido por los líderes de bancada del Congreso de la Unión en el mitin en defensa del petróleo; y un largo etcétera que es mejor no nombrar.
Jorge Zepeda Paterson, columnista del periódico El Universal, en su redacción fechada el día 17 de marzo de 2008, comenta lo siguiente:
“La izquierda radical no ve problema en echarse en brazos de Porfirio Muños Ledo, Marcelo Ebrad, Manuel Camacho, Dante Delgado y otros ex priístas con los cuales debatieron durante décadas. Pero encuentra natural linchar a Amalia Gracia, a los chuchos, a Cuauhtémoc, fundadores todos ellos de los partidos de izquierda, por el crimen imperdonable de no coincidir con el jefe actual”.
A pesar de ser peces del mismo género, los perredistas están cayendo en una guerra firmada por la intolerancia. ¿Cómo es posible que en esta época, donde la democracia es pregón constante de los políticos de carrera, actos de intolerancia ideológica se lleven a cabo? Aquí es donde hace acto de aparición el beta. Como en la misma pecera no pueden vivir, recurren a aniquilar al otro, hasta que sólo quede el verdadero dueño del espacio que maneja. Lo triste y preocupante de esto, es el saber que los que pagan los platos rotos son los militantes de la base, ya que a causa de los enfrentamientos entre lideres, la fragmentación es mayor y el encono se agranda.
No así sucede dentro del PAN o el PRI (para mala suerte de muchos), debido a que a pesar de presentar diferendos, la ropa sucia la lavan en casa, y, como buena manada, se protegen de los demás predadores. Los perredista, entre ellos mismos, se están haciendo garras las vestiduras y están perdiendo la valiosa oportunidad de consolidar una institución política veraz y fuerte.
El fundador de esta asociación, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en una carta dirigida a los miembros del partido, pone de manifiesto que “el partido en sus condiciones está incapacitado para cumplir con el compromiso que tiene con el pueblo y la nación”.
Se observa claramente que la postura del otro líder moral (¿ahora, quién es?), no es a favor de uno u otro dirigente de corriente, sino que va por el rescate de las bases que le dieron razón de ser en aquel lejano (y a veces tan cercano) 1988.
Él mismo lo dice: “Es tiempo de recuperar el camino”.
¿Pero qué es lo que contesta el actual dirigente, Leonel Cota?: “El ingeniero es sólo un militante más”.
¿A dónde irá a parar esta lucha intestina entre betas del PRD? Como lo mencioné antes, al perredismo nacional se le está escapando de las manos la consolidación firme ante los electores en potencia ya ni siquiera de 2012, ¡del año que entra! En poco menos de un año, el Congreso estará renovando curules y escaños, y su estancia en dichos sitios dependerá del desenlace que otorgue el beta más fuerte, sino es que ya está condicionada desde ahora a causa de la impresión que han dejado sobre la sociedad.
Alejandro Arzate Galván
De piruja a mujer
“¡Qué no se hagan! ¡Todas las mujeres llevamos algo de pirujas!”, fue la declaración contundente de Remedios ante los ojos atónitos de Moisés, amigo íntimo y compañero de juergas.
-¿No crees que exageras, Reme?- le responde Moy, algo ruborizado ante la mirada de los comensales del café “Leandro’s”
-¿Exagerar? ¡Cómo crees, Moyito! Si es la pura verdad. Mírame, aquí me tienes. ¿No acaso me encanta sentirme deseada por la mirada de los hombres?
-OK, voy de acuerdo en eso, pero ¿todas? Mira aquella jovencita- y señala detrás de ella a una adolescente de 16 o 17 a lo más, entallada en unos jeans y playera rosa de tirantes-, no creo que piense como tú.
-¡Por favor! ¿Por qué crees que viste así? ¿No me digas que sólo por puro gusto? Sabe que la miran y, por lo tanto, la desean con la mirada. ¡Mmm! Si fuera lesbiana, la invitaba a mi depa y…
-¡Cálmate, doña “libertina”! Está bien tu afirmación de lo de las “pirujas”, pero ya estás llegando al colmo.
-¡Con que ahora eres “morales”! ¡Ja! ¿Qué no te acuerdas cuando en la prepa correteabas a las de primero, siendo tú un fósil de sexto?
-OK, OK. Ya con eso me callaste y no refuto tu “afirmación”; pero por esas “afirmaciones” nos descomponemos. Mira la miseria de sociedad que ya somos. No es que me espante, pero me preocupa que ya no seamos leales a nadie
-¡Leales! ¡Ja! ¡Leales mis calzones! Y ya ni en esos confío. Prefiero un tipo por noche que vivir atada a un wey que dice que me “ama”.
-Eso lo dices porque estas ardida.
-¡¿Ardida, yo?! ¡Estás pend…!
-¡¿Ya nos llevamos así, Reme?!
Remedios, consciente de su última frase, entristece de súbito y se queda callada.
-¡Ay, comadre! Sé que no era tu intención ofenderme, pero ¿ya vez que sí tenía razón? Desde que te dejó el Toñis vagas de bragueta en bragueta. Tus razones tendrás y eso no lo juzgo, pero extraño a la Remedios que creía en la sinceridad. OK, no soy monedita de oro para decirlo; y cómo no me voy a acordar de mis correrías de la prepa; pero cuando te conocí e hicimos migas, me hiciste ver mas allá de lo que vivía.
-Perdóname, Moyito- responde remedios en un ligero sollozo- para qué te miento, si es la neta; y me los dices sin el afán de lastimarme. Gracias por ser mi cuate.
-No agradezcas.
-¡Claro que sí!... Además, ando así de chípil, ya sabes, por…
-Tienes visita.
-Sí. Éstas indisposiciones “mensuales”- le comenta, con cierto desagrado.
-¡Ja, ja, ja!- estalla en risa Moisés, al oír a Remedios.
-No te rías. Si fueras mujer, sabrías lo que se siente.
-Perdóname, Reme. Se me “chispoteo”- le dice, con cierto matiz de burla.
-Se me “chispoteo”- le recrimina Remedios a Moisés, quien no ha dejado de reír aún.
-Bueno, bueno; dejémosle así, de ese tamaño.
Y Remedios, aprovechando la confianza que tiene con Moisés, le lanza una pregunta:
-Confiésame una cosa. A sabiendas de lo que me convertido, ¿por qué no te has aprovechado como buen “macho”?
-Porque te quiero.
-¿Me quieres?- pregunta Remedios, en medio de la duda.
-Claro. Hay algo malo en eso- afirma Moisés con suma seguridad.
-No… pero…
-¿Pero?
-Hace mucho nadie me lo decía- Responde Remedios, con la voz ligeramente entrecortada y la mirada vuelta al piso.
-¿Ni tus amantes ocasionales, después del Toñis?
-No- afirmación plena y seria que le da Remedios.
-Entonces ¿qué te dicen?- vuelve a preguntar Moisés, seguro que habrá de hallar algo concreto.
-Que me desean.
-¿Qué más?
Después de un largo silencio, y con notable tristeza, al fin responde:
-Sólo eso.
Moisés, en un ademán llamando al mesero, pide la cuenta, deja la propina y dirigiéndose a Remedios, le dice en tono conciliador y dulce:
-¿Alguna vez has hecho el amor con sólo tomar de la mano a alguien?
-No… nunca… eso creo- responde Remedios, algo confundida.
-OK. Dame la mano y vamos a tu depa que ya es tarde. Mañana, según recuerdo, tienes presentación de proyecto en la oficina y no quiero que te desveles.
Y tomándola con sutileza de la mano, Remedios se deja llevar por el amigo, que de piruja la ha regresado a ser mujer.
Alejandro Arzate Galván.
-¿No crees que exageras, Reme?- le responde Moy, algo ruborizado ante la mirada de los comensales del café “Leandro’s”
-¿Exagerar? ¡Cómo crees, Moyito! Si es la pura verdad. Mírame, aquí me tienes. ¿No acaso me encanta sentirme deseada por la mirada de los hombres?
-OK, voy de acuerdo en eso, pero ¿todas? Mira aquella jovencita- y señala detrás de ella a una adolescente de 16 o 17 a lo más, entallada en unos jeans y playera rosa de tirantes-, no creo que piense como tú.
-¡Por favor! ¿Por qué crees que viste así? ¿No me digas que sólo por puro gusto? Sabe que la miran y, por lo tanto, la desean con la mirada. ¡Mmm! Si fuera lesbiana, la invitaba a mi depa y…
-¡Cálmate, doña “libertina”! Está bien tu afirmación de lo de las “pirujas”, pero ya estás llegando al colmo.
-¡Con que ahora eres “morales”! ¡Ja! ¿Qué no te acuerdas cuando en la prepa correteabas a las de primero, siendo tú un fósil de sexto?
-OK, OK. Ya con eso me callaste y no refuto tu “afirmación”; pero por esas “afirmaciones” nos descomponemos. Mira la miseria de sociedad que ya somos. No es que me espante, pero me preocupa que ya no seamos leales a nadie
-¡Leales! ¡Ja! ¡Leales mis calzones! Y ya ni en esos confío. Prefiero un tipo por noche que vivir atada a un wey que dice que me “ama”.
-Eso lo dices porque estas ardida.
-¡¿Ardida, yo?! ¡Estás pend…!
-¡¿Ya nos llevamos así, Reme?!
Remedios, consciente de su última frase, entristece de súbito y se queda callada.
-¡Ay, comadre! Sé que no era tu intención ofenderme, pero ¿ya vez que sí tenía razón? Desde que te dejó el Toñis vagas de bragueta en bragueta. Tus razones tendrás y eso no lo juzgo, pero extraño a la Remedios que creía en la sinceridad. OK, no soy monedita de oro para decirlo; y cómo no me voy a acordar de mis correrías de la prepa; pero cuando te conocí e hicimos migas, me hiciste ver mas allá de lo que vivía.
-Perdóname, Moyito- responde remedios en un ligero sollozo- para qué te miento, si es la neta; y me los dices sin el afán de lastimarme. Gracias por ser mi cuate.
-No agradezcas.
-¡Claro que sí!... Además, ando así de chípil, ya sabes, por…
-Tienes visita.
-Sí. Éstas indisposiciones “mensuales”- le comenta, con cierto desagrado.
-¡Ja, ja, ja!- estalla en risa Moisés, al oír a Remedios.
-No te rías. Si fueras mujer, sabrías lo que se siente.
-Perdóname, Reme. Se me “chispoteo”- le dice, con cierto matiz de burla.
-Se me “chispoteo”- le recrimina Remedios a Moisés, quien no ha dejado de reír aún.
-Bueno, bueno; dejémosle así, de ese tamaño.
Y Remedios, aprovechando la confianza que tiene con Moisés, le lanza una pregunta:
-Confiésame una cosa. A sabiendas de lo que me convertido, ¿por qué no te has aprovechado como buen “macho”?
-Porque te quiero.
-¿Me quieres?- pregunta Remedios, en medio de la duda.
-Claro. Hay algo malo en eso- afirma Moisés con suma seguridad.
-No… pero…
-¿Pero?
-Hace mucho nadie me lo decía- Responde Remedios, con la voz ligeramente entrecortada y la mirada vuelta al piso.
-¿Ni tus amantes ocasionales, después del Toñis?
-No- afirmación plena y seria que le da Remedios.
-Entonces ¿qué te dicen?- vuelve a preguntar Moisés, seguro que habrá de hallar algo concreto.
-Que me desean.
-¿Qué más?
Después de un largo silencio, y con notable tristeza, al fin responde:
-Sólo eso.
Moisés, en un ademán llamando al mesero, pide la cuenta, deja la propina y dirigiéndose a Remedios, le dice en tono conciliador y dulce:
-¿Alguna vez has hecho el amor con sólo tomar de la mano a alguien?
-No… nunca… eso creo- responde Remedios, algo confundida.
-OK. Dame la mano y vamos a tu depa que ya es tarde. Mañana, según recuerdo, tienes presentación de proyecto en la oficina y no quiero que te desveles.
Y tomándola con sutileza de la mano, Remedios se deja llevar por el amigo, que de piruja la ha regresado a ser mujer.
Alejandro Arzate Galván.
MARIPOSOARIO
El mariposario es una de los lugares mas recientes que ha puesto a nuestra disposición el Zoológico de Chapultepect. Con una año de creación, a maravillado a un gran numero de gente. Cuenta con más de 40 especies en libertad, las cuales querido lector podrán tenerlas en las palmas de sus manos. El recorrido comenzara con breve explicación del guía. Y durante cada hora se puede ser testigo de cómo una mariposa pasa de ser un capullo a una hermosa flor halada, como citan nuestros antiguos pobladores. El clima esta diseñado para que las mariposas se sientan en su habitad. Por lo que se recomienda vestir ropa fresca. Y si esto fuera poco, la salida mostrara el insectario donde el encontrarse con tarántulas al paso estará a la orden del día.
Quizá este espectáculo a un no se compare con la vista a los bosques de Oyamel situados en Michoacán y el Estado de México, donde año por año las mariposas Monarcas migran para resguardarse del crudo invierno del norte. Pero si es un buen principio para conocer y convivir con tan bellas especies de nuestra naturaleza.
Quizá este espectáculo a un no se compare con la vista a los bosques de Oyamel situados en Michoacán y el Estado de México, donde año por año las mariposas Monarcas migran para resguardarse del crudo invierno del norte. Pero si es un buen principio para conocer y convivir con tan bellas especies de nuestra naturaleza.
Hoy
Hoy, para que esperar a mañana o aun peor a después, para continuar el interminable canto que es la vida y la sintonía de los sentimientos transmitidos a través de palabras echas poesías, o cuentos. Que mas que un cuento es de por si ya la vida.
Así es como nos remitimos al evento poético realizado el pasado 18 de Febrero en el ESIME Zacatenco, el cual tubo maestro de ceremonia al Profesor Julián Castruita, maestro tallerista del Instituto Politécnico Nacional desde hace ya varios años, quien dijo que no solo es importante la formación académica en el ámbito técnico sino que también en el ámbito humanista en el cual podemos descubrir nuevas formas de expresión. Transmitiéndonos, como enriquece a cada uno de nosotros ese compendio de palabras, puntos, comas e interrogantes, llamada “literatura”.
Este evento participaron poetas y escritores de diversas escuelas del Instituto Politécnico Nacional, los cuales nos leyeron y relataron su forma muy particular de ver la literatura a través de sus cuentos y poemas.
Hacemos una cordial invitación a todos los lectores de nuestra revista ha que se acerquen a los talleres existentes en sus escuelas o delegaciones, ya el realizar una actividad diferente mejorará no solo su conocimiento si no que dará frutos y satisfacciones personales indescriptibles.
Así es como nos remitimos al evento poético realizado el pasado 18 de Febrero en el ESIME Zacatenco, el cual tubo maestro de ceremonia al Profesor Julián Castruita, maestro tallerista del Instituto Politécnico Nacional desde hace ya varios años, quien dijo que no solo es importante la formación académica en el ámbito técnico sino que también en el ámbito humanista en el cual podemos descubrir nuevas formas de expresión. Transmitiéndonos, como enriquece a cada uno de nosotros ese compendio de palabras, puntos, comas e interrogantes, llamada “literatura”.
Este evento participaron poetas y escritores de diversas escuelas del Instituto Politécnico Nacional, los cuales nos leyeron y relataron su forma muy particular de ver la literatura a través de sus cuentos y poemas.
Hacemos una cordial invitación a todos los lectores de nuestra revista ha que se acerquen a los talleres existentes en sus escuelas o delegaciones, ya el realizar una actividad diferente mejorará no solo su conocimiento si no que dará frutos y satisfacciones personales indescriptibles.
Memoria
¿Recuerdas cuando
Paseabas las palomas
En el platanar oscuro
E hirviente
Y cuando me introducía
Tímidamente
A causa de la flor?
Ya no se interrumpe
El silencio sagrado
De aquella habitación.
Todo se apaga.
Ésta es nuestra miseria
Depuse de haber caído.
Aún te llevo
Amalgamada en las voces
Que muerden mi cuello.
Nada tiene importancia
Si minaba el vientre
Con el ósculo provocador
De tentaciones fértiles.
Nuestros tactos
Exploraban
Una y otra vez
Los rincones sonoros
De fuentes inagotables.
Hasta que todo
Felizmente
De nuevo era
Permeado por el silencio.
Los ramajes
De nuestros brazos
Trenzaban y fundían
Nuestros restos
En una sóla alma.
¿Recuerdas
Que deseábamos
Amanecer,
Uno al lado de otro,
Soñando?
Ernesto Jasab
Paseabas las palomas
En el platanar oscuro
E hirviente
Y cuando me introducía
Tímidamente
A causa de la flor?
Ya no se interrumpe
El silencio sagrado
De aquella habitación.
Todo se apaga.
Ésta es nuestra miseria
Depuse de haber caído.
Aún te llevo
Amalgamada en las voces
Que muerden mi cuello.
Nada tiene importancia
Si minaba el vientre
Con el ósculo provocador
De tentaciones fértiles.
Nuestros tactos
Exploraban
Una y otra vez
Los rincones sonoros
De fuentes inagotables.
Hasta que todo
Felizmente
De nuevo era
Permeado por el silencio.
Los ramajes
De nuestros brazos
Trenzaban y fundían
Nuestros restos
En una sóla alma.
¿Recuerdas
Que deseábamos
Amanecer,
Uno al lado de otro,
Soñando?
Ernesto Jasab
Cómplices
Hablemos,
Ahora que la oscuridad
Se posa en la alcoba,
Sin usar los labios.
Hablemos,
Ahogados en caricias
Apretadas
Lo que callamos.
Todo nos pertenece
Aun cuando,
Encerrados
En sitios prohibidos,
Nada sea nuestro.
Nos pertenece el tiempo
Que hemos comprado.
Nos pertenece el sitio
Alquilado a lo prohibido.
Nos pertenece el miedo
De sabernos ocultos.
El silencio que nos rodea
Se hace cómplice
De nuestros actos.
Los sabes,
Lo sé,
Lo sabemos…
Sabemos
Que mañana,
Tal vez,
Desapareceremos
Sin dejar rastro
De quienes fuimos.
Ahora es el momento
De hallarnos
En el gesto profano,
De recorrernos sin temores,
De habla
Envolviendo las voces,
Ahora pronunciadas
En el profundo sueño
De sabernos deseados.
Ernesto Jasab.
Ahora que la oscuridad
Se posa en la alcoba,
Sin usar los labios.
Hablemos,
Ahogados en caricias
Apretadas
Lo que callamos.
Todo nos pertenece
Aun cuando,
Encerrados
En sitios prohibidos,
Nada sea nuestro.
Nos pertenece el tiempo
Que hemos comprado.
Nos pertenece el sitio
Alquilado a lo prohibido.
Nos pertenece el miedo
De sabernos ocultos.
El silencio que nos rodea
Se hace cómplice
De nuestros actos.
Los sabes,
Lo sé,
Lo sabemos…
Sabemos
Que mañana,
Tal vez,
Desapareceremos
Sin dejar rastro
De quienes fuimos.
Ahora es el momento
De hallarnos
En el gesto profano,
De recorrernos sin temores,
De habla
Envolviendo las voces,
Ahora pronunciadas
En el profundo sueño
De sabernos deseados.
Ernesto Jasab.
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